EVOLUCION

Tema 8: Evolución

Hasta principios del siglo XIX, la biología había mantenido que las especies eran inmutables y que, consiguientemente, todas ellas habían permanecido a lo largo de la historia con las mismas características básicas.
La naturaleza realiza una labor selectiva y anula a los individuos que resultan con genes desfavorables para sobrevivir en un determinado ambiente o para competir con otros individuos mejor dotados, quedándose con aquellos cuyos genes les hacen más aptos para adaptarse al medio, por lo que existe una variación progresiva de todos los vivientes, en el sentido de una mejor adaptación.
La mutación ocasiona al azar las variaciones y la selección natural dirige el curso de la evolución eliminando las variedades no adapativas.
Antes de acabar con esta introducción es conveniente una breve referencia al creacionismo. Esta posición, que afirma que en un grado u otro los seres vivos tienen un autor personal consciente (léase Dios), es una posición religiosa o filosófica que no puede probarse científicamente, y no es por tanto una teoría científica. No obstante, en el marco de la cultura popular protestante y anglosajona, algunos se esfuerzan por presentarlo como tal; pero la comunidad científica en su conjunto considera tales intentos como una forma de propaganda religiosa.
A menudo existe cierta confusión entre hecho evolutivo y teoría de la evolución. Se denomina hecho evolutivo al hecho científico de que los seres vivos están emparentados entre sí y han ido transformándose a lo largo del tiempo. La teoría de la evolución es el modelo científico que describe la transformación evolutiva y explica sus causas.

La génesis del ser humano

Los seres humanos somos miembros de una especie biológica cuya constitución culmina en la creación y el desarrollo de la cultura. La evolución del ser humano tiene, por tanto, dos aspectos fundamentales: de una parte, el proceso evolutivo, que conduce hasta la especie biológica humana; de otra parte, el proceso de desarollo cultural, mediante el cual los miembros de la especie humana regulan sus relaciones con el medio físico, así como sus relaciones sociales. La génesis del ser humano en sentido pleno no puede entenderse sin tener en cuenta ambos aspectos.
El conjunto de transformaciones de carácter anatómico y fisiológico que se han incorporado definitivamente al patrimonio genético de la especie humana son producto de lo que se suele denominar con el término “proceso de hominización”. En este sentido, el perfeccionamiento de la bipedestación, el desarrollo de los dispositivos fisiológicos adecuados y necesarios para la fonación, el hiperdesarrollo del cerebro y la prolongación del proceso de maduración (infancia), estarían incluidos dentro de este proceso.
Por otra parte, las transformaciones que afectan fundamentalmente a las relaciones con el medio (fabricación de instrumentos) o a las relaciones con los propios congéneres (cooperación, distribución de tareas, organización social) y a la comunicación (desarrollo del lenguaje) se incluyen dentro de lo que se suele denominar “proceso de humanización”.
Los procesos de hominización y de humanización se consideran a veces como si se tratara de dos procesos sucesivos: primero habría tenido lugar la hominización y después la humanización. Sin embargo es esta una visión errónea ya que se da entre ambos procesos una influencia recíproca: una cerebración mayor hace posible la fabricación de mejores instrumentos, y ésta, a su vez, actúa sobre la evolución favoreciendo la selección natural de los individuos más cerebrados

Comentarios

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Ficha técnica de Ética para Amador

guía de lectura de “El sabueso de los Baskerville ”, Arthur Conan Doyle

diferencia entre actitud mítica y actitud racional